viernes, 11 de diciembre de 2009

ESMA: "Esto es el juicio de Auschwitz en la Argentina", afirmó uno de los sobrevivientes



Sobrevivientes del centro clandestino de detención que funcionó en la ESMA, familiares de víctimas y allegados a los imputados opinaron sobre el juicio que comenzó hoy por crímenes de lesa humanidad cometidos en la escuela de instrucción naval.

"Esto es el juicio de Auschwitz en la Argentina", afirmó el sobreviviente de ESMA Enrique Fukman, al comparar el proceso por los crímenes en el campo de exterminio de la segunda guerra mundial con el que hoy se inició en esta capital por delitos aberrantes en el instituto de formación naval.

Fukman, quien estuvo detenido en la ESMA y espera que los 19 primeros procesados que llegan a juicio "sean condenados a cadena perpetua", consideró que el debate oral y público que comenzó esta mañana "es muy importante" porque durante la última dictadura militar "hubo un plan genocida implementado en todo el país".

El Tribunal Oral Federal Cinco comenzó a juzgar, entre otros, a los represores Alfredo Astiz, Jorge "el tigre" Acosta, Juan Carlos Rolón y Antonio Pernías, acusados por 85 casos de violaciones a los derechos humanos, entre cuyas víctimas figuran las monjas frances Alice Domon y Leonie Duquet y el periodista Rodolfo Walsh.

Otra sobreviviente de la ESMA, Andrea Bello, si bien deseaba que hubiera llegado a juicio "toda la causa ESMA", porque, así segmentada, "vamos a tener que declarar varias veces como testigos, diciendo lo mismo", vio con beneplácito que, "por fin se haya iniciado el juicio" por hechos que la tuvieron como víctima.

"No hemos dejado de golpear las paredes de la impunidad para llegar a esto", expresó Bello con referencia al juicio.

La sala de audiencias tiene espacio para el público en dos plantas, en el subsuelo fueron ubicados los damnificados y parientes de las víctimas, mientras que en el primer piso 30 butacas estaban destinadas a familiares y amigos de los procesados y otras tantas a periodistas, algunos de ellos de países como España y Francia.

El ex capitán Alfredo Astiz con gesto duro y la mirada perdida encaró al desfile de los fotógrafos que disparaban sus cámaras delante suyo y tenía apoyado en sus piernas el libro "Volver a matar", escrito por el ex Jefe de la SIDE en el gobierno menemista, Juan Bautista "Tata" Yofre.
Entre los ubicados en el primer piso, miembros de la Asociación de Abogados por la Concordia y la Justicia, como Gerardo Palacios Hardy y Mariano Gradín, manifestaron ante el periodismo acreditado su "identificación política con los imputados".

La postura contraria fue exhibida por manifestantes de organizaciones de derechos humanos que alrededor del mediodía se concentraron frente al acceso principal de los tribunales federales de Retiro para reclamar "castigo" a los genocidas y entonar consignas contra la represión durante la última dictadura militar.

Entre ellos, Ana María Careaga, hija de una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo desparecida durante la dictadura, calificó hoy como "un momento histórico", el inicio del segundo juicio por crímenes cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

Por su parte, Patricia Walsh, hija del escritor Rodolfo Walsh, también desaparecido durante la dictadura, coincidió en que se trata de un "juicio histórico" y sostuvo que "alguna gente no entendió que los crímenes de lesa humanidad no se pueden reivindicar y no han entendido que las dictaduras no se pueden comparar con la democracia".


El Tribunal Oral Federal 5 (TOF5), conformado por los jueces Daniel Obligado, Ricardo Farías, y Oscar Hergott, dio inicio a las 11:10 a la audiencia inaugural del proceso en el que se ventilará la suerte corrida por 85 personas que en 1976 y 1977 fueron secuestradas, torturadas y desaparecidas en la ESMA.

L
os 16 acusados arribaron esposados unos con otros y adentro de la sala de audiencias les liberaron las muñecas antes de que se sentaran en el banquillo. A continuación los reporteros gráficos pudieron ingresar en tandas para hacer fotografías a los ex represores, ante lo cual una parte del público irrumpió en aplausos.

Alfredo Astiz, alias “Cuervo” y “Rubio”, acaparó la mayoría de los flashes y era el único vestido con ropas sport -camisa de manga corta, vaquero, calcetines blancos de gimnasia y mocasines- mientras el resto de los imputados llevaba puesto traje y corbata o saco sport.

A los costados de Astiz se ubicaron los acusados Adolfo Miguel "Gerónimo" Donda Tiguel, Carlos Antonio "Tomy" Capdevilla, Jorge Eduardo "Tigre" Acosta, Ricardo Miguel "Sérpico" Cavallo, Raúl “Mariano” Scheller, Juan Carlos "Juan" Rolón, Pablo “Dante” García Velasco, (Astiz), Julio Coronel (ejército), Oscar Antonio Montes, en silla de ruedas y canciller de la dictadura en 1977 y 1978.

En una segunda fila, por detrás, se colocaron Jorge Carlos “Ruger” Radice, Antonio “Trueno” Pernias, Manuel García Tallada, Ernesto “220” Weber (policía), Juan Carlos “Lobo” Fotea (policía), Juan Antonio “Piraña” Azic (prefecto).

Por problemas de salud no comparecieron a la audiencia otros tres acusados: los marinos Néstor Omar "Norberto" Savio y Alberto Eduardo "Gato" González, más el penitenciario Carlos Orlando "Fragote" Generoso.

El TOF 5 dispuso con carácter urgente que una misión del Cuerpo Médico Forense se traslade al Hospital Naval y revise a González, mientras las querellas pidieron que se les permita designar para esos estudios a peritos médicos de parte.


La escuela del terror
Los miembros del Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA son juzgados por 85 casos de delitos contra la humanidad –tormentos y privaciones ilegales de la libertad-, entre ellos, los secuestros y desapariciones de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor de Devicenzi, Maria Bianco, Esther de Careaga; el periodista y escritor Rodolfo Walsh; y las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon.

Por el campo de concentración que funcionó en la ESMA se calcula que pasaron alrededor de 5.000 prisioneros, los cuales en su mayoría terminaron siendo arrojados vivos y dopados al mar desde los “vuelos de la muerte”, que hacían los aviones Electra de la aviación naval.

Las audiencias de este juicio se realizarán jueves y viernes, más miércoles por medio, durante unos ocho meses y se prevé que en ese período unos 280 testigos, entre ellos varios sobrevivientes de la ESMA, desfilen ante el TOF5.

Se trata del segundo juicio por los crímenes perpetrados en la ESMA, pues el primero tuvo por acusado en 2007 al ex represor y prefecto Héctor Febres, que cuatro días antes de su último alegato en el proceso fue encontrado muerto en su celda, envenenado con cianuro.




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