jueves, 18 de marzo de 2010

El "Tigre" Acosta reconoció que hubo prisioneros en la ESMA

Por primera vez, el ex jefe del grupo de represores de la Marina admitió que mantuvo a personas detenidas. Rindió homenaje a sus víctimas pero dijo que se trató de una “guerra civil”.El represor se declaró responsable de las órdenes que dio. "Las violaciones a los derechos humanos no se pueden evitar".



Por primera vez, el ex jefe de represores de la ESMA y ex capitán Jorge "Tigre" Acosta asumió hoy que "hubo personas detenidas" en ese centro naval en la dictadura pero no reveló detalles sobre cómo fueron eliminadas en los "vuelos de la muerte", rindió "homenaje" a las "víctimas fatales" de su "accionar militar" y admitió que "hubo daño injusto como en toda guerra injusta".
El marino retirado, de 68 años, mencionó entre quienes estuvieron prisioneros allí a Martín Gras, subsecretario de Promoción de Derechos Humanos de la Nación, y a la profesora universitaria Graciela Daleo, ambos por entonces militantes del ala izquierda del peronismo.

Además, admitió que "por supuesto que hubo daño injusto, como en toda guerra injusta".

Acosta también manifestó que "quiero rendir homenaje a todas las víctimas fatales que se produjeron en nuestro país" durante lo que llamó "una guerra civil" y reconoció que "algunas de esas víctimas fueron causadas por mi accionar militar en la unidad de tareas 3.3.2" que, asombró, "jamás buscó la muerte".

En la declaración indagatoria que prestó ante el Tribunal Oral Federal Cinco (TOF5), que lo enjuicia junto a otros 18 ex represores en el llamado "juicio de la ESMA" por los crímenes de lesa humanidad perpetrados allí, Acosta por momentos se perdía en una exposición desordenada e incoherente.

El ex capitán asumió que de 1976 a 1978 se desempeñó como "jefe de inteligencia" de la unidad de tareas 3.3.2 de la ESMA y detalló que las órdenes para luchar contra "la guerra civil revolucionaria terrorista en entorno trotskista" provenían "de la Junta Militar" y se plasmaron en el "Placintara (Plan de Capacidades Internas de la Armada).

"Yo soy un combatiente, no soy una víctima", enarboló Acosta y asumió en un intento de desincriminar a sus compañeros del banquillo de los acusados que "soy absolutamente responsable de todas las órdenes militares que he impartido" menos, puso a salvo, "de los oficiales que se llevaron cosas de las casas de los extremistas, que fueron sometidos al Código de Justicia Militar".

El ex oficial se quejó de que en la Armada "me retiraron" y también protestó porque sus superiores en la fuerza le enrostraban que "el gran problema (para ellos) fue dejar gente viva porque la estábamos recuperando, según ellos, pare el proyecto político del almirante Massera".

"Yo no sé qué quiere decir eso del proyecto político (...) soy militarcito desde la Escuela Naval", ironizó.

Acosta advirtió sobre lo que para él son "terroristas que hoy están en el Gobierno" y mencionó al secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y el Procurador General de la Nación, Eduardo Righi, y agregó: "Alerto que la guerra revolucionaria total que vivimos hasta 1983 hoy puede reactivarse en un entorno gramsciano".

A partir de la deshilvanada declaración de Acosta y su negativa a responder preguntas, la Fiscalía pidió la palabra para señalar algunas contradicciones en su exposición y reclamar la posibilidad de hacerle preguntas, ante lo cual el TOF5 dispuso un cuarto intermedio hasta media tarde.

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