domingo, 30 de mayo de 2010

Continúan testimonios

Continuaron las declaraciones de sobrevivientes y familiares de víctimas. El viernes 21 de mayo Horacio Peralta describió su cautiverio, las torturas que padeció y las que presenció mientras estaba detenido. Además, relató que los represores los amenazaban con atacar a sus familias y dijo  que utilizaban esta estrategia como método de coerción dentro y fuera de la ESMA. 
El mismo día declaró Luis Salvador Bianco, quien se refirió a la desaparición de su hermana Alicia y de su madre María Eugenia Ponce de Bianco, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, que fue secuestrada el 8 de diciembre de 1977 en la Iglesia Santa Cruz.  Diez días más tarde su cuerpo fue encontrado en las costas de la localidad bonaerense de Santa Teresita, pero recién pudo ser identificado en 2005, luego de haber permanecido durante 18 años en una fosa común del cementerio de General  Lavalle.

El jueves 27 declararon los sobrevivientes Osvaldo Rubén Cheula y Silvia Wikinski. Cheula fue secuestrado en dos oportunidades mientras hacía el servicio militar en la Marina. En la primera oportunidad fue torturado. A Wikinski le asignaron el número 347, número con el que llamaban a los detenidos al momento de los traslados. “No teníamos idea sobre nuestro  destino, no éramos dueños de decidir cuándo ir al baño o cambiarnos la ropa", declaró Wikinski. Al concluir su testimonio, dijo: "No importaba si había preguntas o no, los vejámenes formaban parte de una norma. A los captores, no se los veía forzados a hacerlo; parecía que lo disfrutaban. Parecía que les causaba placer torturar".

Hoy declararon Carlos García, sobreviviente, y Marianella Galli, secuestrada  junto con sus padres Patricia Flynn y Mario Guillermo Galli y su abuela cuando tenía un año y  edio. Marianella fue conducida a la ESMA y liberada tres días después. Las audiencias continuarán el jueves 3 de junio con las declaraciones de François Chéron y Lilia Ferreyra.