martes, 26 de mayo de 2015

ESMA : El lugar y el tiempo donde la ternura fue desangrada en los altares de la tortura

Por Alfredo Grande
En una sesión, un paciente dijo en referencia a su divorcio… “mi ex”. Hacía constante referencia a su pasado matrimonial y la única forma que tenía de referirse a la mujer de la que se había divorciado era “mi ex”. Me saturé de esa insistencia y le dije por qué insistía en “mi ex”. Primero el “mi” era posesivo y justamente el divorcio disolvía esa posesión. Segundo: referenciar a una persona como “ex” era miserable. Toda su identidad quedaba reducida, minimizada, en aquel vínculo que ya no existía. Con ojos llorosos, me preguntó: “¿y entonces como le digo?”. La pregunta era obvia. “¿Cómo se llama?”. “Carmen” respondió. “Muy bien: decile Carmen”.

Así en la tierra como en el cielo, así en el consultorio como en la política. Referir a una situación como “ex” es una falsedad. Mecanismo habitual en la cultura represora. Se coloca algo en el pasado cuando el problema es que sigue siendo presente. Quizá no un presente material. Pero sin duda un presente institucional. Aunque la Esma se vista de seda, o de museo, Esma se queda. Y es bueno que así sea.

Muchas generaciones serán necesarias para reparar los desgarros de la masacre perpetrada por las instituciones del espanto denominadas fuerzas armadas. Muchas generaciones serán necesarias para reparar los desgarros de la masacre perpetrada por las instituciones del saqueo denominadas bancos. Pero empezar mal, siempre es terminar peor. A un adolescente sufriendo su absoluta indigencia podríamos nominarlo como “ex niño de la calle”. Si en la vida hay amores que nunca pueden olvidarse, también hay horrores que nunca pueden ni deben olvidarse.

Toda la parafernalia del “ex” huele a los pútridos olores de la reconciliación, el manto de neblina del olvido, el recordar para no recordar. Se han abolido leyes de obediencia debida y punto final, se ha abolido el indulto, engendros jurídicos producto de la democracia amenazada de Alfonsín y de la democracia cómplice de Menem. Se han realizado juicios por crímenes de lesa humanidad. Pero el modo de producción económica y política que produjo la masacre sigue intacto. Martinez de Hoz vive en la Ley de Entidades Financieras que posibilitó el saqueo de las clases trabajadoras. La lucha por la plena vigencia de los derechos humanos se ha fetichizado. O sea: se toman algunas partes por el todo. Y el Todo es el genocidio. Y tapar genocidios con museos o con abrazos es ingenuo, cómplice y perverso.

No solamente la Esma no puede vestirse de seda, sino que hoy la Esma, o sea, la lógica de exterminio de la Esma, vive en las cárceles, los institutos de reclusión, los prostíbulos donde mujeres secuestradas son torturadas con total impunidad, vive en las naciones de los pueblos originarios, diezmadas por el hambre, las enfermedades, la crueldad de todas las miserias.
Si hay amores que matan, hay abrazos que destruyen. Abrazo de oso, pero con un oso sanguinario y cruel. Nos indignamos cuando escuchamos Ex Esma, lo que a mi criterio está bien. Pero al menos el Poder podría ser coherente y designar a las Fuerzas Armadas, como Ex Terroristas de Estado. No le pido coherencia al Poder. Solamente señalo la brutal incoherencia. El problema mayor es que nos están llevando con bastante prisa y con ninguna pausa, al terreno que el Poder necesita. Presentarse como víctima. Negar su culpabilidad e inyectar culpa en los sobrevivientes. Nuevas historias oficiales se están escribiendo y estoy seguro de que nada tienen que ver con el pensamiento nacional. Y menos popular.

La falsedad sigue siendo la falsa moneda, la cuasi moneda con la cual el Poder paga a mujeres y hombres de bien que votan porque hay democracia. En realidad, es democracia porque se vota, o sea, la democracia aparece cada dos años. Lo demás es cadena nacional. Y fútbol para todos. Pronto con estadios vacío,s ya que ni a las mafias bravas se las ha podido combatir. La Esma es y será, sin “ex” que valga, el monumento emblemático a todas las formas de barbarie. El lugar y el tiempo donde la ternura fue desangrada en los altares de la tortura. Pero es el monumento que el Poder no tolera en su verdadero rostro. Lifting y siliconas son necesarios.

El Poder necesita la memoria heroica. La estatua. El mausoleo. Los pobres de la tierra cultivan con la tenacidad del labriego los recuerdos y la memoria histórica. Y no hacen diferencia entre combatientes y poetas. El artista es un inventor de belleza. Y no hay mayor belleza que la lucha por la justicia, por la felicidad, por la fraternidad. Si de locos y poetas todos tenemos un poco, ese es el problema a resolver. Con poco no alcanza, porque el Poder siempre tiene muchos locos siniestros y muchos mediocres poetas a grandes sueldos.

“Pero la reinscripción vincular será proveedora de identidad si, al mismo tiempo, el chico se reapropia también de su saber, de su hacer y de su poder implícitos en sus estrategias de sobrevivencia en la calle, interrogándose sobre su origen, su devenir, redescubriéndose como niño, joven, pueblo, trabajador, condición de acero y cristal, presencia profética de la calle.” 

Palabras de Alberto Morlachetti que son poesía y son combate. La presencia profética es lo que el Poder más teme. Más le aterra. Por eso buscará por todos los medios, incluso los legales (parafraseando a Lenin) eliminar a todos los profetas. Y no debemos dudar: pueden conseguirlo. Volverán a escribir el pasado, inventarán el presente, y alucinarán el futuro. Lo único nuestro es este presente. Porque en él decidimos qué pasado tuvimos y qué futuro deseamos. Antes que sea tarde y alguien por cadena nacional nos explique qué es la “Ex Democracia”.

viernes, 22 de mayo de 2015

Cachito Fukman ante las modificaciones en el Casino de Oficiales de la ESMA (RNMA)

En la emisión del martes 19 de mayo dialogamos con Enrique “Cachito” Fukman, integrante de la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos, sobre la inauguración por parte el gobierno nacional de las obras que se realizaron en lo que fue el Casino de Oficiales de la ESMA.

“Mucho dolor  y bronca, y mucha preocupación”, así describió Enrique Cachito Fukman, integrante de la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) y sobreviviente del centro clandestino de detención, tortura y exterminio que funcionó en el predio de la ESMA, sus sensaciones ante la inauguración del llamado “sitio de la memoria” por parte del gobierno nacional.

“Creemos que es un intento más de parte del gobierno de escribir la historia oficial, no la historia del pueblo, no una construcción de memoria que nos permita al pueblo transformar realmente nuestro presente, o sea tener nuestro pasado para transformar nuestro presente y generar otro futuro, sino que al contrario es generar una historia y una memoria que consolide nuestro presente, en el cual todos vivimos nuestras opresiones diarias”, aseveró Fukman en diálogo con Enredando las mañanas.

Hace poco menos de un mes, Fukman estuvo junto a su compañero de la Asociación Carlos Lordkipanidse, realizando una inspección ocular en el predio con el juez de instrucción Sergio Torres, que lleva adelante las causas por delitos de lesa humanidad cometidos en ese centro durante la última dictadura cívico militar. “Menciono una cosa –manifestó– como para relatar lo que vimos en Capucha, Capuchita, aquel lugar donde estuve 6 meses y medio, encapuchado y engrillado, donde estábamos con un tabique de madera, una colchoneta, todo sobre el piso. Cualquiera podía ir en una recorrida, que se hacía con las guías, con nosotros cuando lo solicitaban y acompañábamos, y se ingresaba al lugar, los pies de los visitantes estaban encima del piso, y había esa lucecita, que nosotros decíamos que era la misma luz que había cuando nosotros estábamos chupados, había sí apenas algunos atriles con las descripciones, muy sobrio todo, y cualquiera se podía imaginar y sentir concretamente cómo se estaba ahí. Sin nada más. En este momento le pusieron un piso flotante, donde ya te está separando del piso y de golpe ese piso tiene unas salidas hacia el lugar donde estaban las capuchas, donde estábamos nosotros con las colchonetas, pero lo que hicieron fue hacer un cajón, o sea cortan el piso flotante, lo dejan con un cajón y dicen ‘en un cajón como este estaban los secuestrados desaparecidos’. O sea, ya nos metieron en un cajón. Falta que pongan la tapa y nos maten”.

Fukman afirmó que en el momento en que vio este tipo de intervenciones sintió que se había desnaturalizado ese espacio tan importante: “nos han metido en un cajón y falta la tapa y ya está. Quizás eso también haya que unirlo con otras cosas que están sucediendo en ámbitos judiciales, cuando diferentes jueces, fiscales quieren declarar muertos a los desaparecidos, casi aparece de vuelta el tema de la muerte presunta, que en un momento quisieron imponer, y nosotros decimos desde siempre que si están muertos que nos digan quién los mató y dónde está su cuerpo. Siempre hemos dicho que ese era un paso hacia la reconciliación del pueblo con sus propios verdugos, y esta intervención al Casino de Oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada es un paso justamente en esa dirección”.

En este sentido, Fukman remarcó que siempre que avanza una causa judicial referida a los delitos cometidos en la ESMA se hace una visita o inspección ocular en el predio: “ahí puede llegar a haber un compañero que cuando entra diga ‘yo no entré por este lugar, acá no estuve’, o peor cuando vea las cosas le agarre un síncope y se quede ahí. La intervención que hicieron en el Casino de Oficiales obviamente es la culminación de todo lo que están haciendo en el predio, esa banalización que se está haciendo en el predio para que deje de ser el espacio de memoria, y es interesante porque lo llaman museo, una cosa estática, en donde el discurso lo pone el curador, y no un espacio donde el lugar interactúa con el que va. No hay nada que te interpele, mucho menos si en medio de eso ingresás y está una murga o alguien te da un choripán cuando salís”, afirmó.

Entre las modificaciones observadas en el sótano del Casino de Oficiales, Fukman señaló que volvieron a colocar imágenes de los compañeros secuestrados allí: “nosotros siempre lo hemos planteado, e incluso en su momento fue un acuerdo de todos los organismos, pero parece que algunos han sufrido amnesia, que lo que tiene que estar, pero no ahí adentro, es la historia de vida de todos los detenidos desaparecidos que pasaron por la ESMA para que las nuevas generaciones se puedan apropiar de eso, quiénes eran, qué hacían, tenían padre, madre, esposa, hijo, amaban, jugaban a la pelota, trabajaban, y militaban, por qué y en dónde. Si uno recorre hoy la ESMA va a ver que hay muy poco de ese material y muy seleccionado, son los que ellos empiezan a colocar y que tienen que ver más que nada con padres, familiares de funcionarios”.
 
Al respecto, el integrante de la AEDD agregó: “cuando nosotros hace un año y medio atrás empezamos a denunciar esto y hacemos unas intervenciones culturales afuera de la ESMA, no adentro justamente, la respuesta fue poner esas historias de vida en algunos lugares e insisto son muy pocas. No sé si llegan a 20 de los 5.000 compañeros que pasaron por la ESMA; de los cuales más de 1.000 tenemos nombre y apellido. Y eso no figura, pero lo que sí han hecho es meterlos de nuevo adentro del sótano, aquel lugar donde era el primer lugar donde pasabas, yo digo que es el lugar de la bienvenida que te daban y con la forma en que te daban la bienvenida en la ESMA que era con la tortura. Es decir, los volvieron a meter en el lugar de la tortura. Un lugar que tampoco se va a poder reconocer bien, porque le han puesto un techo, a un lugar que estaba todo abierto. 

Por ejemplo, en el lugar en el que cuando hacíamos las visitas íbamos a bajar al sótano, siempre uno le remarcaba a la gente que ese lugar cuando se hacen las modificaciones a mediados de 1979, pasa a ser el lugar de ingreso al sótano porque habían cerrado el anterior, eran las modificaciones que hicieron cuando vino la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y ese lugar pasó a ser el ingreso pero antes de eso ese lugar era donde se ponía la culata del camión y adormecidos por el pentotal hacían subir a los compañeros para después trasladarlos a los vuelos de la muerte. O sea fue en el lugar por el que muchos compañeros salieron por última vez, hoy en día es casi imposible imaginarse que por ahí iba de culata un camión, porque está totalmente intervenido y no hay forma que un camión vaya de culata, hasta eso han cambiado. Quizás como decía los otros días un compañero, justamente en el ’79 se modificó el Casino de Oficiales para que no lo pudiera reconocer la Comisión Interamericana en su visita al país, ahora este gobierno lo vuelve a modificar para que no lo pueda reconocer el pueblo”.

A pesar del dolor, la bronca, y la preocupación, Enrique Fukman aseguró que no piensan bajar los brazos: “pensamos seguir peleando convencidos de que así como nos costó más de 30 años pero finalmente, no todos, pero varios de los genocidas empiezan a ir a la cárcel, finalmente vamos a lograr construir esa memoria, que nos permita transformar nuestro presente. Por suerte están todos los medios de la Red Nacional de Medios Alternativos difundiendo las informaciones sin toda esa cáscara que le colocan desde los otros medios para que el pueblo nunca se pueda enterar”, finalizó

domingo, 17 de mayo de 2015

Desde la Fiscalía piden imputar a 39 represores de ESMA por delitos sexuales

LA SOLICITUD DE LA FISCAL SOIZA REILLY ALCANZA AL "TIGRE" ACOSTA Y A DONDA

La fiscal federal Mercedes Soiza Reilly requirió ayer que se amplíe la acusación por delitos sexuales a casi 40 de los acusados en el megajuicio por delitos en la ESMA.

Gerardo Aranguren


La fiscal federal Mercedes Soiza Reilly requirió ayer que se amplíe la acusación por delitos sexuales a casi 40 de los acusados en el megajuicio por delitos en la ESMA. Tras el pedido, semanas atrás, de la querella de Justicia Ya, Soiza Reilly reclamó ante el Tribunal Oral Federal 5 que se acuse también por violaciones y abusos sexuales a 39 imputados, entre ellos Jorge "Tigre" Acosta, Alfredo Astiz y Adolfo Donda, por los casos de cinco mujeres detenidas en ese centro clandestino de la Armada.
"Durante el transcurso de las audiencias hemos escuchado a personas que permanecieron cautivas dentro de la ESMA mencionar la ocurrencia de delitos de índole sexual", comenzó la fiscal, al destacar que los delitos sexuales cometidos por el terrorismo de Estado "fueron frecuentemente silenciados por la justicia y de difícil abordaje".

Durante el juicio oral, que lleva ya más de dos años y se encuentra en la etapa final, cuatro mujeres han declarado por primera vez sobre la violencia sexual a que fueron sometidas dentro de la ESMA. A esos casos se suma el de Laura Dabas de Correa, quien pudo relatar los hechos ante la Conadep y a su esposo, quien declaró en el juicio oral.

Consideró necesario, para evitar la revictimización de sobrevivientes y sus familias, ampliar la acusación en este tramo de juicio para evitar que esas mujeres deban declarar una y otra vez. "En el entendimiento de que deben primar cuestiones de economía procesal y estos testimonios no pueden ser remitidos a una causa en la que inexorablemente se volvería a revictimizar a estas mujeres, la petición efectuada debe tener acogida favorable", sostuvo la fiscal.

"La prueba producida en el debate permite vincular el primer tramo delictivo secuestro y aplicación de tormentos con la premeditada y organizada forma en que las mujeres fueron sometidas a delitos sexuales", explicó en su pedido. 

sábado, 9 de mayo de 2015

El cura de la ESMA, Alberto Angel Zanchetta había sido designado en el Hospital Italiano

Un capellán repudiado en el hospital

El arzobispado porteño había nombrado en el HI a quien era asesor espiritual de los represores de la ESMA. Delegados gremiales denunciaron el hecho como “un insulto a la memoria” y exigieron la dimisión, que finalmente se concretó.

 Por Diego Martínez

La reacción de los trabajadores impidió que el capitán de fragata y presbítero Alberto Angel Zanchetta, ex capellán de la ESMA durante la dictadura, continuara al frente de la capellanía del Hospital Italiano de Buenos Aires, donde lo había designado el arzobispado porteño. El nombramiento fue anticipado por la agencia católica AICA, consta en la web del arzobispado y llegó a ser confirmado por el Hospital Italiano en su intranet, aunque la institución eliminó esa noticia luego de que delegados de la Agrupación Bordó denunciaran la designación como “un insulto a la memoria” y exigieran la dimisión. “Con orgullo podemos decir que en el Hospital Italiano la condena social hizo lo que no hace la Justicia”, expresó ayer desde volantes y afiches la agrupación que dirige la comisión interna, al mismo tiempo que el área de comunicación institucional le confirmaba a Página/12 que el sacerdote y marino no seguirá en el cargo.

Zanchetta tiene 69 años, se ordenó a fines de 1973 y prestó servicios en la ESMA entre 1975 y 1977, según consta en un expediente que la ex ministra de Defensa Nilda Garré citó en la resolución que ordenó su retiro o baja luego de que el obispado castrense dispusiera el cese de funciones pastorales en la Armada. El ex capitán Adolfo Scilingo, en su confesión ante el periodista Horacio Verbitsky, nombró a Zanchetta y a Luis Manceñido como dos de los capellanes que confortaban con parábolas bíblicas sobre la separación de la paja del trigo a los miembros de los grupos de tareas después de cada vuelo en el que tiraban a secuestrados al mar. Su vinculación con el terrorismo de Estado la confirmó en 1995 otro capellán de la ESMA, el salesiano Laureano Cangiani. Entrevistado por la revista La Maga, señaló a Zanchetta y a Pedro Fernández, capellán del grupo de tareas 3.3, como los más involucrados en la represión ilegal.

El último hallazgo sobre el compromiso de Zanchetta con la Armada en los ’70 fue del historiador Lucas Bilbao y del sociólogo Ariel Lede, autores de una meticulosa investigación todavía inédita sobre los diarios personales del ex obispo castrense Victorio Bonamín. En un extracto fechado el 18 de junio de 1975, luego de una visita a la ESMA para “ver la situación” de los capellanes, Bonamín apuntó que primero mantuvo “conversaciones con el director, cuyos puntos de vista satisfacen”, y luego “con los capellanes, pp. Fernández, Cangiani y Zanchetta”. La charla fue “amplia y franca, pero sin arreglo para el pedido de que alguno se quede por la noche”, escribió. Entre paréntesis nombró a la excepción: “el P. Zanchetta sí, pero sólo tres veces por semana”. Los investigadores destacan que el dato coincide con el testimonio de Cangiani, que ante la pregunta de si vivía en la ESMA dijo que “ése era el deseo de mis superiores, pero yo dormía muy pocas veces en la escuela”. A casi cuarenta años de aquella misión, Zanchetta no está imputado formalmente en la causa que instruye el juez Sergio Torres y tampoco fue citado como testigo para contar qué tipo de apoyo espiritual y a quiénes debía brindar por las noches en el mayor campo de concentración y torturas de Buenos Aires.

En democracia, Zanchetta fue jefe del servicio religioso del Comando de Operaciones Navales y más tarde canciller y secretario general del obispado castrense. Cuando Antonio Baseotto amenazó con tirar al mar al ministro de Salud por repartir preservativos y trascendió que Zanchetta era su secretario, el vicario Pedro Candia lo separó del cargo. En 2009 reapareció como párroco de la iglesia de San Pedro González Telmo. Cuando los vecinos supieron de su presencia y reclamaron ante el arzobispado, el entonces cardenal Jorge Bergoglio lo envió a una diócesis del Golfo de Génova, en Italia. En 2010 reapareció en la parroquia San Francisco de Asís, de Villa Bosch, cobijado por el obispo Guillermo Rodríguez-Melgarejo.

Dos semanas atrás la agencia AICA informó que Zanchetta asumiría como capellán del Hospital Italiano durante una misa que presidiría José María Baliña, obispo auxiliar de Buenos Aires. “El 26 de abril asumió el nuevo capellán, designado por el arzobispo de Buenos Aires”, informó el hospital en su intranet, sin mencionar la misa, que ninguna fuente confirmó. El texto se titulaba “Nuevo capellán del hospital” y apuntaba que Zanchetta “se desempeñó en diversos destinos eclesiásticos”, sin entrar en detalles. “Es inadmisible que este abominable y nefasto personaje sea recibido con los brazos abiertos por esta institución”, decían los afiches y volantes que la comisión interna difundió el miércoles, titulados “Fuera Zancheta del HI”. Ayer por la mañana nadie respondió el timbre de la oficina del capellán, a metros de la soberbia capilla donde una mujer colocaba hostias en las bocas de cuatro señoras. Al mediodía los delegados reemplazaron los afiches por otros titulados “Ganó la condena social. Se fue Zanchetta”, dato que la oficina de comunicación institucional confirmó a Página/12